Secciones

viernes, 10 de diciembre de 2010

Good News! Habemus 'Ahora que lo pienso...'

Hoy no puedo más que estar contento y considerar esta una pequeña buena noticia: la imprenta ha dado el ok y Ahora que lo pienso... en una semana será realidad. Un regalo para Navidad, un auto regalo para intentar pasar un buen rato...
¿Quieres uno?

jueves, 2 de diciembre de 2010

¡Oh, Capitán, mi Capitán! La pared.

Naide ha establecido cuántas veces puede tirarse una misma persona contra una misma pared pretendiendo atravesarla. Y quizás no convenga, eso favorecería la proliferación de conformistas.
Soy una de esas personas que no se cansa de provocarse brechas en la cabeza de tanto golpearse con muros infranqueables. No, no estoy orgulloso. Soy así no por haberlo decidido, sino porque sí. Ese argumento que de adolescente no te vale pero de adulto simplifica muchos procesos de comprensión, al menos cuando se refieren a ti mismo.
Hace poco me hice daño con una de esas murallas. Dolió. Otra vez. Pero ¿es que no aprendo? Sí, pero no se me nota. Esta es la imaginaria conversación con cualquiera de esas paredes:
-Hola- saludo amable.
-¿Qué tal?- me contesta indiferente.
-Bien, recuperándome. Eres más dura de lo que imaginaba.
-Eso te pasa por imaginar. Haberme preguntado.
-Ya, pero es que pensé que...
-Y dale, que no pienses. Pregunta o, mejor aún, revisa experiencias pasadas. Te hubieras ahorrado la herida.
-Tienes razón, pero creí que esta vez sería diferente.
-Pues mírate. ¿A que te duele el orgullo?
-Sí, pero ha valido la pena intentarlo. De no haberlo hecho sería como tú, una pared.
Después de decir esa frase me sentí inmediatamente mejor. Tener la razón -o creer que es así- no haría que dejara de sufrir pero, al menos, haría que todo -cada tonto intento- valiese la pena.
Así, decidí seguir mirando a la pared y pensar: a la que pueda me tiro otra vez. Y será pronto. Total...

jueves, 18 de noviembre de 2010

Good News! Algo de fe.

Que no salten las alarmas. La fe de la que hablo es 'en las personas'. ¿Por qué? Porque, de corazón, algunas lo merecen, merecen que uno tenga fe en ellas...
Las personas de las que hablo hoy son mis sobrinos. De mayor quiero ser como ellos. Me enseñan tanto... Oliver es un tipo increíble, con gran sentido de la responsabilidad, de la amistad, del esfuerzo. Admiro a ese tío (vale, tiene 14 años pero me saca la cabeza en centímetros y varios metros en capacidad de esfuerzo y dedicación). Es un luchador, un ser inteligente, un elemento de cohesión con sus colegas... no puedo más que felicitarlo por todo aquello en lo que se está convirtiendo.
Álvaro es sorprendente. Lo veo (con toda la subjetividad interesada de que soy capaz) como una versión mejorada de mí mismo aunque en realidad creo que es lo que me hubiera gustado ser. Es inteligente, como su hermano, pero éste -además- es listo. Tiene 9 años y va el tío y nos sorprende creando su Blog! Incapacidad técnica aparte, me recuerdo con esa edad y con muy poco que decir... y menos aún que compartir con el mundo.
Si los conoces sabrás que no es amor de tío. Si aún no has tenido esa suerte... ¿a qué esperas?
Lo dicho, 'personajes' como estos me hacen tener fe en las personas... si alguna vez la perdí. ¿Es o no una buena noticia?

jueves, 11 de noviembre de 2010

¡Oh, Capitán, mi Capitán! Pensar en superficie

Es curioso, cuando un niño (o niña, disculpe el lector mi lenguaje) aprende a nadar... bucea. Después venimos los adultos a contagiar nuestros miedos y a convencerle de que se nada mejor en superficie, que "irse pa' lo hondo" es peligroso y nada recomendable. Con suerte, algunos niños no nos harán caso y se divertirán alternando el calor de las aguas de superficie con el frío fondo, quizás, del mar.
Con el pensamiento sucede lo mismo. Creo que nuestra naturaleza nos 'pide' bucear en la forma de pensar. No precisamente complicar las cosas. No. Pero sí ir un poco más allá.
Sin embargo, parece que en estos días es un valor pensar en superficie, no profundizar: te acusarán de ser complicado, de agotar sus recursos destinados a la discusión, de querer buscar donde no hay. Puede que sólo en ese último caso tengan razón.
Que nadie se ofenda, que cada uno piense en el nivel que quiera o pueda. Yo seguiré haciendo gimnasia intelectual e intentaré -probablemente sin éxito- llegar un poquito más allá.
Si me buscaa pensando... no me busques en la superficie.

lunes, 25 de octubre de 2010

Good News! Crítica.

Hoy he recibido una crítica de esas que se podrían considerar malas. ¿Por qué, entonces, es una buena noticia?
Alguien anónimo y muy respetuoso me ha comentado (en la entrada de 'Ahora que lo pienso... mejor en guagua) que mis 'ahoras' una vez leído uno, leídos todos. También me sugiere que abandone el estilo Buenafuente. Me gusta la gente que critica de esa manera: con franqueza, con respeto, queriendo ayudar. He tomado nota. Aunque no me disgusta lo que escribo, espero ser capaz de mejorarlo. Eso sí, no a corto plazo. No es fácil esto de escribir.
Tendrán que perdonarme todos los que habitualmente se ríen con 'mis cosas', aquellos que con sus comentarios amables (y espero que igualmente sinceros) hacen que me siga resultando divertido intentar agradar. Para mí es tan importante un halago como un comentario crítico pero estos últimos deben tener su espacio: para seguir en contacto con lo que despertó la ilusión por escribir, por ser leído... Créanme, tanto unos como otros resuenan en mi cabeza para intentar hacerlo cada vez un poco mejor.
Si no lo consigo, habrá valido la pena intentarlo. Para conseguirlo tendré que escribir con los renglones de abucheos y aplausos.
Gracias, anónimo.

jueves, 14 de octubre de 2010

¡Oh, Capitán, mi Capitán! Cultura para incultos.

Hace un tiempo una amiga me invitó a acompañarla a un concierto de la OST (Orquesta Sinfónica de Tenerife). No me preguntes por el programa. Fui incapaz de retener dato alguno sobre la música. Me impactó lo que me rodeaba. No, el teatro no... me sobrecogió la cantidad de animales muertos enroscados en el cuello de señoras con tanta laca en el pelo que si se la pusieran en la cara podrían tensar de nuevo su piel.
Y es que van a eso a la temporada de la Sinfónica. A dejarse ver. Si fuera Elsa Pataki todavía... pero ni por esas. Se compran (o sus maridos porque supongo que en el siglo en el que viven el dinero lo ponen sus maridos) el abono para toda la temporada y allí las ves, con sus pieles, sus modelitos de Fin de Año... y su mala educación. Me da vergüenza ajena tener que pedir a alguien que se calle durante un concierto. Imagina cuando tienes que hacerlo varias veces.
Estas señoras -y lo que representan- son consideradas cultas. Mi punto de vista de hoy es, por tanto, el de un inculto voluntario.
No son sólo estas señoras. ¿Te han invitado alguna vez a la inauguración de una exposición? La media es de 15 minutos viendo las obras y después... al catering. Hambre de cultura, dicen. El lunes, si coincides con ellos en un bar los escucharás contar quién estaba en la inauguración, con quién iba... pero nada de arte ni del artista. Sigo queriendo ser inculto.
Una vez fui a cenar -bueno, hemos ido miles pero una en concreto- con Ismael. En la mesa que estaba más cercana una pareja hablaba para que los escuchásemos. Bueno, él, para ser más exactos. Para jactarse (mientras se 'jartaba') de nivel cultural en lugar del título, la temática o el autor del libro que se leía... decía cuántas páginas tenía. "Ahora me voy a leer uno de mil, por lo menos", decía mientras el cous-cous que estábamos comiendo se retorcía en mi estómago. Si eso es cultura olvidaré leer.
El fin de semana pasado tuve el ¿placer? de ir a una exposición de Miró en La Laguna. No, no me gustó. ¿Qué pasa? Acepto que ese tío es un crack con la misma actitud que acepto que El Canto del Loco hace música, es decir, sin creérmelo mucho. No pienso inclinarme si no me gusta y si para ser culto tengo que hacerlo... me pido inculto. Sin dudarlo. Tendrían que ver a los asistentes alabando su simplicidad, su acercamiento al surrealismo, su reducción de la paleta de colores como búsqueda de lo básico. A ver, señor, ¡que yo también tengo un tríptico que pone eso!
En fin, podría seguir pero no me da la gana. Ah, se me olvidaba. ¿A qué viene todo esto? Pues verán. Voy a intentar generar (en facebook, por mail... ya veré) una especie de boletín con 'cultura para incultos'. Cosas que haya visto y me atreva a sugerir sin pretender que estén de acuerdo conmigo, próximos estrenos... sin pretensiones, sólo por el placer de acercarse a las distintas manifestaciones de cultura, no para ser cultos. Para empezar... párate a mirar un rato a esa gente que hace malabares en los semáforos. Después me cuentas.

domingo, 10 de octubre de 2010

Ahora que lo pienso... ¡Verdades incontestables!

Tengo una amiga, Blanca –no de piel, de nombre-, que asegura que cuando un hombre dice que el tamaño no importa… es que la tiene pequeña. Por eso estoy totalmente convencido de que el tamaño es decisivo. Por supuesto.

No sé por qué algunos esconden que la tienen pequeña. ¿Cómo lo explican después?

“Cariño, te juro que la tenía como un actor porno, pero como Zapatero lo está recortando todo…”.

También cuentan las mujeres que cuando un hombre te dice “cariño, hoy no me apetece”, en realidad quiere decir:

a. ya no me gustas
b. estoy con otra persona
c. soy gay

También puede que todas las anteriores sean correctas.

Ser soltero tiene el inconveniente de que todo el mundo te quiere presentar a alguien:

“Tengo una amiga que es guapísima” significa “espero que el sexo sea bueno porque como quieras conversación vas mal”.

“Tenemos que quedar con Pili, es una tía muy interesante” significa “Pili es rara de cojones pero, qué quieres, es amiga de mi novia”.

Pero ¿es que nadie tiene una amiga full equiped?

domingo, 3 de octubre de 2010

¡Oh, Capitán, mi Capitán! Cardumen

Como en una perfecta danza con reflejos de plata, todos nadan siempre en la misma dirección. Todos menos yo. No sé por qué, pero tardo en girar cuando los demás lo hacen. No sé si hay un líder en nuestro grupo. Nado tan atrás que no alcanzo a verlo, pero creo que es así.

Seguro que piensan que soy rebelde, inmaduro, que lo hago por divertirme… pero no tienen razón. En ocasiones, cuando se intuye el peligro, mi nadar anárquico es mi enemigo. Me hace quedarme sólo en medio del azul y tengo miedo. Pero no soy un loco.

Asustado, consigo incorporarme de nuevo a la danza. Durante unos minutos, mi cuerpo sigue temblando como si hubiesen desaparecido las espinas. ¡Qué tontos! Algunos creen que intento destacar, ser solista en una danza colectiva.

Es complicado ir a comer. La perfecta coreografía no tiene fines estéticos. Gracias a ella se alcanza otro de los objetivos de supervivencia.

¡Ahora caigo! ¡Ya sé cuál es mi ‘problema’! Mientras todos conocen su lugar yo, aún, continúo buscando. Imagino que soy el primer arenque con este tipo de problema. Supongo que nunca un pez tuvo un objetivo más alto que pretender tener personalidad.

domingo, 26 de septiembre de 2010

¡Oh, Capitán, mi Capitán! Idas y vueltas...

Es curioso cómo se esfuerzan -las idas y vueltas- por coincidir en el tiempo y en el espacio, en las distancias físicas y las emocionales. Hoy soy una ida. No, no una loca. Un viaje sin retorno. Uno cualquiera. Algunos se entristecen cuando algo querido o deseado se marcha. ¿Por qué? ¿Desde cuándo ese sentimiento de posesión?
Si quieres verlo como yo debes prescindir de los posesivos. 'Mío' no existe. Sustitúyelo por: fue hermoso. ¿Quieres entender qué pasó? Adelante, te ayudará. No cambiará nada pero será interesante aprender. Ah, por cierto, no esperes usar esos conocimientos en futuras ocasiones: no hay dos iguales.
Nosotras, las idas, las aventuras sin retorno nos presentamos casi siempre cuando todos deberían esperarnos pero en ocasiones nos adelantamos y llegamos por sorpresa. No dudes, acepta sin pensar, concéntrate en sentir.
Hoy muchos habrán perdido algo. No deben buscar consuelo. Mejor invertir ese capital emocional en abrir bien los ojos. Les irá mejor.
Lo bueno de las 'idas' es que somos monedas de una sola cara. No tiene sentido pensar '¿qué hubiera pasado si...?'. Olvídalo. Si quieres, busca una 'ida' en dirección a ti. Y las vueltas... ¿lo son en realidad? Quién sabe.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Good News! God save the Queen!

Hola, o ¿quizás debería decir "Hi"?
Van a permitirme que esta vez la buena noticia sea personal, tonta y personal. Me voy a Londres. ¿Lo ven? No es una gran noticia pero es importante para mí. Es un viaje que debí hacer hace tiempo: por el lugar, por su forma de vivir, por los pubs, los musicales...
No sé por qué no he ido antes. Lo intenté, créanme que lo intenté. Sólo, con amigos, con la mejor compañía para visitar Londres... nunca pudo ser.
Estos días han sido una locura de dudar sobre mi nivel de inglés (he estimado que me da para pedir comida y bebida y leer algún cartel), de mi nula tendencia a viajar solo... ¡pero me voy! Haré un poco el turista, me perderé (unas veces adrede otras sin querer), iré a algún musical... y espero tomar una gran Guinness con Abraham.
Espero que sea la primera de muchas visitas. Eso significará que todo habrá ido bien.
Gracias por escuchar mis pequeñas buenas noticias.

domingo, 12 de septiembre de 2010

¡Oh, Capitán, mi Capitán! ¿Tú qué miras?

Llevo mucho tiempo aquí. Quizás demasiado. Durante todo este tiempo han pasado miles como tú. Gentes que creen tener una especial manera de mirarme, de admirarme. No es vanidad. No lo digo yo. Todos -o casi- me consideran admirable, misteriosa... un 'valor'. No puedo decir lo mismo de aquellos que se detienen frente a mí confiando en ser especiales. Sólo son uno más. Cada uno... uno más. Uno más con algo especial que decir, con un dato que ha leído no recuerda dónde, con una crítica vestida con telas de arrogancia...
No quiero faltar a nadie. Bueno, sí. Idiotas, pretenciosos, 'enterados', eruditos, ignorates y unos pocos curiosos (bendita gente normal)... todos se equivocan.
¿Dónde está el Maestro Leonardo? ¿Por qué no da una explicación? Me cuentan que murió. ¿Por qué entonces me hizo inmortal? ¿Por qué me castigó a vivir expuesta ante idiotas, pretenciosos...? No quiero seguir siendo así. Era la representación de una persona anónima. Hoy soy lo que cada uno de los que pasa frente a mí cree saber que soy. Antes era La Gioconda. Ahora... no lo sé.
Dicen que una obra de arte. Creo que soy en realidad una burla del Maestro. ¡Cómo debe estar disfrutando de todo esto!

domingo, 5 de septiembre de 2010

Good News! Treguas, acogidas y blogs!

Cuando decidí crear este apartado de pequeñas buenas noticias pensé que apenas encontraría material para darle forma. Afortunadamente me equivoqué. Me alegra ver que en días como hoy, llenos de malas noticias, aún se puede encontrar un saliente en la roca que nos permita seguir escalando, seguir subiendo hasta llegar a esa meta de un momento feliz.
ETA anuncia un alto al fuego, una tregua de esas que casi nadie se cree. Esa no es la buena noticia (se confirmará cada día, paso a paso).
Hoy me alegro de que Pedro Pablo, un reciente amigo facebook haya decidido lanzarse a esto de ser blogger (http://disblogger01.blogspot.com/. Es un tío con mucho talento y es una gran noticia que nos permita compartirlo en otra de sus facetas. Él no lo sabe, pero se ha convertido en analista.
Una segunda buena noticia la comparte con todos Ester Iron. La Generalitat de Catalunya, vanguardia en muchas ocasiones, agiliza y simplifica los trámites para acoger niños en situación de riesgo. Más información en
¿Son o no son pequeñas buenas noticias?

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Ahora que lo pienso... ¡mejor en guagua!

Ir en transporte público es como cenar con tu suegra: molesta, pero a veces no queda más remedio que hacerlo.

La guagua. Recibe otros nombres como autobús, bus… aunque el que más me gusta es ‘Colectivo’. Le da un toque solidario: estás metido en él pero formas parte de un todo. Cuando lo llamamos transporte público nos hace sentir eso, como público y nos dedicamos a mirar qué pasa. Es como una especie de ‘Bus Turistic’… pero de Callejeros. Te hacen un tour por la periferia, los barrios conflictivos y los sitios donde está la gente mala: como el Ayuntamiento, Hacienda, los Bancos…

El primer problema que tienes cuando no eres usuario habitual de la guagua lo tiene también U2: sin bono no es lo mismo. Le das un billete de diez euros al conductor (antes lo llamábamos ‘chófer’ y no se ofendían, ahora ni le puedes hablar) y te suelta:

“¿No tienes nada más pequeño?”
“Sí, pero no quiero hablar de mi pene delante de todos estos desconocidos”, contestas con chulería.

Cuando te da el cambio te preguntas por qué te pidió algo más pequeño. Buscas un asiento, intentando no sentarte junto a nadie, lo más atrás posible (eso se queda grabado en el subconsciente de las excursiones del colegio) y buscas qué hacer.

Como llevas un ratito allí dentro, te entra la tentación:

“Si cojo el martillito ese para romper la ventanilla ¿se enterará alguien?”

Entonces te acuerdas de lo que te cobraron y decides quedarte con el martillito. Ya le buscaré utilidad. Mira, si me bajo en un barrio chungo puedo usarlo para defenderme o quizás para robar un banco.

Un estremecimiento te saca de esos absurdos pensamientos: se aproxima tu parada. Buscas el botoncito ese para avisar de que te bajas en la próxima. ¡Horror! Te genera más tensión que una película de Amenábar o una cita con la hermana de tu jefe. Se enciende un cartelito:

“Parada solicitada”.

Sí, solicitada está pero… ¿no me lo confirmas? Hasta que el tío para del todo estás ‘acojonado’.


El Metro. Está más organizado. Se llama Metro en todas partes… Bueno, menos donde miden en pulgadas. ¡Ellos sabrán! Lo primero que sorprende del Metro es que está bajo tierra. ¿Por qué? Cuando te fijas en el entorno te das cuenta de que lo entierran porque no les queda sitio fuera. Bueno, pues bajas, aprendes a leer qué línea coger, el andén al que tienes que ir… Y mientras vas buscando te ves sorprendido por una estampida de ejecutivos, punkis, deportistas y demás, todos corriendo, sin mirar a quién empujan, a quien pisotean o tiran por las interminables escaleras mecánicas.

Llegas al andén, vacío porque todos subieron al último tren dejándote fuera, y ves un cartelito que pone:

“Próximo tren en 2 minutos”.

¿Por qué corre esa gente? ¿Qué tipo de vida llevan que no pueden perder dos minutos? No es por trabajo, corren a todas horas. Cuando consigues entrar en uno –pueden pasar varios y nunca ganas a esa marabunta- te das cuenta de que no tienes nivel. Todo el mundo lee. En la guagua (autobús para los que tengan mala memoria) nadie lee pero en el Metro… te sientes analfabeto. Todo el mundo con unos libros gordísimos. Otros usan el iPhone para ver su correo, entrar en facebook:

Javier Rodríguez va ahora mismo en el metro
Hace 1 minuto a través de facebook para iPhone

Menos mal que lo pusiste, crack, no sé si mi día hubiese tenido sentido sin ese relevante dato. Pues ahí no queda la cosa. Enseguida alguien pone “Me gusta”. Estamos mal.

Cuando llegas a tu parada descubres que la gente corre menos para salir. ¿Se le acabó la prisa a todo el mundo? Sales a la calle y respiras aliviado. Por ver la luz del sol ¡y por dejar de escuchar a tanto músico! Nadie está diseñado para tanto acordeón.


El Tranvía. Es un metro al aire libre, para ciudades que tienen un poco más de espacio en la superficie. La gente suele colarse y no pagar. Normal. También es caro. Tiene las ventajas del Metro y la guagua: es puntual y vas viendo Callejeros. Lo que no me gusta es que son demasiado modernos. Los antiguos (tipo San Francisco, con los usuarios colgando por todas partes) eran más interesantes.


Bueno, me voy que se me escapa la guagua. Iría en Metro, pero no sé leer.

jueves, 19 de agosto de 2010

Good News! Pequeños momentos felices.

¡Seguro que también te ha pasado! En ocasiones nos asaltan muchos pequeños problemas. Enfrentar cada uno por separado no supondría un esfuerzo, pero todos a un tiempo... es complicado.
También sucede al revés.
No suelo creer en LA FELICIDAD sino en momentos felices. Muchos, no importa que sean cortos. Mi trabajo será conseguir tener siempre alguno a mano. Un pequeño esfuerzo para alcanzar pequeñas metas de felicidad.
Alguna vez, sólo muy de vez en cuando, esos pequeños momentos felices te vienen dados: un diagnóstico esperanzador para una amiga con problemas de salud, un proyecto que se retoma, redescubrir que te ilusionan cosas de siempre y cosas nuevas, encontrar a alguien dispuesto a asesorarte en tu pasión sólo porque sí, ser capaz de felicitar a alguien a quien adoras -vía sms, no hay valor para más- con tal de no asumir que se ha ido del todo de tu vida... Además... ¡enciendes la radio y suena un tema que te gusta! Eso debe significar algo. ¿No?
Sí, es la banda sonora de tus pequeños momentos felices.
Te deseo muchos. ¿Compartiremos alguno? Quiero creer que así será.

sábado, 31 de julio de 2010

Good News! ¿He vuelto?

He vuelto a escribir. Para ser más exacto, he vuelto a escribir canciones. Buscando algo más de exactitud... he empezado a escribir una canción. Bueno, hemos. Son, una amiga de las que les deseo a todos (parafraseando a Ismael que a su vez parafraseaba a no sé quién) me ayuda con la traducción porque... es un tema -será, aún no está terminada la letra- escrito en gallego. Me parece una lengua bella, muy musical e incluso algunas notas suenan en mi cabeza aunque la música, como siempre, será cosa de Ismael. Al menos eso espero... hace ya un tiempo que no escribimos canciones y me gustaría que lo retomáramos. Para Insomnia o no. Pero hacer canciones me vuelve a apetecer.
Es una buena noticia para mí... espero que la compartas.
¿Cómo? ¿Que no sabes qué es Insomnia? Busca en mi perfil facebook un amigo: 'Insomnia'. Allí encontrarás un enlace a un video titulado En-fado... Después, si te apetece, me cuentas qué te parece.
La nueva canción se llamará Á beira do amor (a la orilla del amor). ¿A que suena bien?

viernes, 30 de julio de 2010

Ahora que lo pienso... Now that I think about it...

A muchas de las personas que intentan aprender un idioma extranjero (les gusta llamarlo 'segunda lengua') les pasa como a Jesulín o a Montilla: aún no saben hablar el suyo.
Tengo un amigo que dice que ser bilingüe es la posibilidad de decir tonterías en dos idiomas. Tiene razón. Me matriculé en inglés y, créeme, funciona: ahora puedo comentar con los guiris que mi sastre es rico, que mi madre está en la cocina, dónde está la estación de tren más próxima (habitualmente todo recto y la primera a la izquierda después del semáforo)... Todo muy práctico.
Quisimos, de jóvenes, aprender inglés para entender lo que decían aquellos 'melenudos' cuyas canciones nos encantaban. ¡Gran error! ¿Has probado a traducir alguna? Entre Yellow submarine y El tractor amarillo no hay demasiadas diferencias salvo que los Beatles se inventaron una 'segunda lectura'... marketing.
El segundo gran objetivo por el que aprendíamos inglés era ligar. ¡No sirve para nada! ¿Cómo coño se traduce "ven p'acá que te voy a meter de todo menos miedo"?
La alternativa era el italiano...
¿Continuará?

lunes, 26 de julio de 2010

¡Oh, Capiptán, mi Capitán! La simple belleza.

Es curioso cómo, en ocasiones, los creadores se esfuerzan por conseguir hermosos resultados a partir de complejas elaboraciones y ¿para qué? Soy una sencilla canción. ¿Crees que necesito algo más? Quizás quienes aprenden a identificar el momento en el que cualquier adorno es accesorio, esos, vivirán la compleja satisfacción de disfrutar de la belleza simple.
Porque no toda belleza es simple, ni toda la simplicidad es bella. De nuevo la pasión proporcionará equilibrio entre ambos aspectos.
¿Hay pasión en lo recargado? Sí, pero pasión excesiva. De ella hablaremos en otro momento si les apetece.

martes, 20 de julio de 2010

Good News! Contraseña!

Una -otra- de las mías: he decidido que el último 'Ahora que lo pienso...' de la temporada no se publicará en mi facebook ni en este blog. Se enviará por mail a todos los 'ahoristas' interesados. Eso sí, irá protegido con contraseña y para conseguirla tendrán que currárselo. ¿Cómo? Aún no lo sé. Mi sucia mente está tramando algo. Seguiremos informando. Quizás te preguntes por qué esto es una buena noticia. Si es así... ya somos dos. Conociéndome tal vez sea porque el 'reto' a superar será un juego, tal vez relacionado con los anteriores 'Ahora...'. A lo mejor es divertido. ¿No crees?
Salud y Suerte.

martes, 13 de julio de 2010

¡Oh, Capitán, mi Capitán! Huelga Nerviosa Central

El ser humano se ha acostumbrado a la huelga: la del trabajador que reclama sus derechos (o su dinero), la de hambre (suelen reclamar los derechos de otros), la de celo... A base de escuchar hablar de ellas, de vivir con la amenaza de su convocatoria o, simplemente, de sufrirlas ya no se les presta atención más allá del día de 'D'. Claro, si el día que Metro de Madrid decide ejercer su derecho fundamental como trabajador tienes que desplazarte al otro lado de la ciudad, puede que te acuerdes de algún familiar de líder sindicalista... pero poco más.
Nosotras -conductoras de tu razonamiento, de tus decisiones, del inicio de tus emociones, de tu acción, de tu reacción, de lo que te hace animal y de lo que te hace racional- creemos que es nuestro momento: Huelga Nerviosa Central. Ni una sola neurona trabajando.
Lo sé, esperaba tu chiste fácil: en el caso de los hombres apenas se notará... Puede ser. Aún así, quizás subrayando el estereotipo, tampoco dispondrá de aquella que le permite accionar el mando a distancia de la tele, ni de la que lo convierte en capaz de abrir una cerveza (incluso de lata)... ninguna.
Y ahora ¿qué harás? ¿A que jode?
Pues eso sentimos nosotras. Neuronas nacidas y asociadas (ver sinapsis en la Wikipedia) para permitirte ser humano... y ¿así nos lo pagas?
Mírate en nosotras, asóciate con tus iguales. El éxito será más sencillo.
No es fácil ser neurona, una entre millones. Seguro que tampoco es sencillo ser humano pero... será peor estar deshumanizado.
P.S. Si no nos has entendido quizás nos uses poco. Háztelo mirar.

martes, 6 de julio de 2010

Ahora que lo pienso... Goooooooool!

Fútbol es fútbol. El fútbol son once contra once. El partido termina cuando el árbitro pita el final... Ya había filósofos en el fútbol antes de Valdano.

Creo que el fútbol es la antítesis de la música. Si ésta amansa a las fieras, aquel saca el animal que todos llevamos dentro. Cuando pienso en los salarios que cobran los futbolistas imagino la pasta que están dejando de ingresar los psicólogos. Porque el fútbol no le interesa sino a Nuria Bermúdez. A los demás lo que les interesa es conducir o caminar una hora, hacer cola para aparcar, cola para entrar al estadio, cola en el bar, cola en el baño... y todo eso para estar noventa minutos cagándote en la 'puta madre' del árbitro, de tu equipo, de la estrella del equipo rival. Eso sí... te quedas relajadito.

A mí el fútbol me resulta tan atractivo como el Arte Contemporáneo y entiendo tanto como de Arte Contemporáneo. Ambas cosas me hacen sentir mal porque todo el mundo en este país entiende de fútbol. Bueno, de arte contemporáneo no entiende nadie (próximamente Ahora que lo pienso... el arte contemporáneo, ¿se ríen de mí?).

No estoy precisamente orgulloso de una sociedad en la que el primer regalo que haces a tu hijo es... ¡la camiseta de tu equipo! Acabas de nacer, aún no ves con nitidez, no te has adaptado al nuevo medio, para comer tienes que llorar, para que te cambien el pañal tienes que llorar, aún no puedes hablar, no entiendes lo que te dicen... pero ya tienes equipo!!! Ahí está ese padre sembrando la semilla del 'juliganismo' (hooligan) en el neonato: “con esa camiseta y los huevos que tiene seguro que me sale futbolista”.

La cosa no termina ahí. Cumple cuarenta años y sigue yendo al estadio a animar al equipo que decidió su padre... con la camiseta, su nombre serigrafiado, una bufanda, una trompeta (la trompa se la coge después con las cervezas)... Ese tío puede que sea pintor (de brocha gorda, no contemporáneo), electricista, economista y todas las cosas que terminen en 'ista'. Da igual. El fútbol es de las cosas más democráticas que existen: todos igualmente animales (con perdón de los animales).

Antes el fútbol enemistaba familias, amigos, separaba matrimonios... Ahora, con el tema mediático, la mujer se ha sumado al fútbol. Juegan (bueno, juegan una versión parecida), van a los estadios, a las puertas de los hoteles de concentración. Algunas, como Nuria Bermúdez, se lo toman como un trabajo y son tan serias que se llevan trabajo a la cama.

Sólo algo tan 'cavernícola' como el fútbol podría convertir en estrellas mediáticas a personas con tanta facilidad de palabra como Butragueño y Messi. Sólo el fútbol podría poner un micrófono en la boca a gente como Valdano (se rumorea que en 1987 lo invitaron a un karaoke y todavía no ha dejado el micrófono). Sólo el fútbol convertiría en hombre-tendencia a un tío como Guti.

Otra cosa curiosa del fútbol son los aficionados agrupados en peñas. Se hacen camisetas, recortan papelitos para el principio del partido, se aprenden canciones que cantan durante el partido... se lo curran. Después, en su casa, la mujer les pide que cambien un enchufe y se descojonan. No compran un regalo jamás porque hay crisis... pero se gastan mil euros en el abono para ver a su equipo. Son tíos, con una edad media de cuarenta años, que creen que es divertido estar hora y media gritando: 'Guti, Guti, Guti maricóooooon...' o 'Lopera vete yaaaaaa' o, mejor, 'Campeoooones, campeooooones, oé, oé, oé...' aunque su equipo no gane nada.

Los himnos son tema aparte. Me gusta el del Barça porque es interactivo. Aunque no sepas catalán puedes dar las tres palmaditas con entusiasmo y, al final, gritar: 'Barça. Barça, Baaaaaaaarça'. Después está el del Madrid. No les gustaba el viejo y ficharon a Plácido Domingo. Espectacular. Pero a ver, de los ochenta mil que van al Bernabéu, ¿cuántos son tenores? Eso no hay quien lo cante. El Sevilla hizo uno divertido, lo canta el Arrebato. Tiene sentido. Y el Atlético de Madrid fichó a Sabina que, con dos cojones, escribió: 'qué manera de perder...' [sic]. Me descubro ante ese tío.

Pero no todo es malo en el fútbol. Gracias a Ronaldo (el otro) hemos aprendido a celebrar un cumpleaños como Dios manda: con sus bebidas, sus putas y sus travestis. Ya está bien de sandwiches cortados en triángulo y Mirinda de litro y medio.
Gracias al fútbol aprendemos geografía. De qué si no iba a saber yo dónde coño está Linchestein, Leinchest... de qué si no iba a saber yo dónde coño está Croacia (si todavía digo Yogoslavia).
Otra cosa buena del fútbol es el merchandising: la vajilla del Barça, el edredón del Real Madrid, las cortinas del Tenerife, la mesa de noche del Valencia... mi casa parece el museo del fútbol. Hasta me he comprado una muñeca hinchable igualita que Nuria Bermúdez.

¿Ves? Se puede hablar de fútbol sin nombrar a Cristiano Ronaldo. Coño, la cagué al final.
En fin, no me extiendo más que me voy a ver el partido.

lunes, 5 de julio de 2010

¡Oh, Capitán, mi Capitán! Invisible a tu mirada.

Hola. Soy uno de tantos objetos invisibles a tu mirada. Me ves cada día... o casi. Bueno, me tienes frente a tus ojos pero no me ves. Miras el mundo a través de mí pero no a mí, nunca a mí. Sólo si doy problemas existo.
¿Alguna vez podrías mirarme, tan solo un segundo, y sonreír?
Yo te veo cada día... o casi. Veo si tienes mala cara, sé si has dormido bien, si te costó aparcar, si tienes un mal día en el trabajo... y hago mi trabajo: te permito mirar al mundo confiando en que un día me mires y me des una sonrisa. Pido poco. Eso me haría dejar de sentirme herramienta, objeto...
¿Te has parado a pensar que quizás no sólo yo sea invisible para ti? Quizás otros 'iguales' te resulten prescindibles. Quizás unos pocos que cada día se crucen en tu camino y sólo esperen de ti eso: una sonrisa.
Un beso: el monitor de tu ordenador.
P.S.: Dice la ventana que también a ella le haces lo mismo. Por eso sospeché que las cosas transparentes (difíciles de ver) son aquellas en las que más hay que reparar.

Un tropiezo...

¿Has tropezado con este blog? Bienvenid@. Guárdalo. En tus favoritos, en tu corazón... pero pasa de cuando en cuando. Aquí siempre hay lugar para quien quiera estar. Una vez tropecé con una persona y se convirtió en alguien imborrable en mi vida. Antes tropecé con cosas que también quise conservar.
Como verás, al menos para mí, el tropiezo no es una experiencia negativa. No.
Tropieza con Ahora que lo pienso... cada vez que quieras.

miércoles, 30 de junio de 2010

Good News! Sir Ken Robinson

En ocasiones lo obvio es lo más oculto (por escasa curiosidad en la mayoría de ocasiones). Hace tiempo descubrí -a través de las TED Talks- a Sir Ken Robinson: brillante. Brillante en la concepción, brillante en la exposición... Mi escasa curiosidad no me hizo buscar su web que hoy, buscando si existe uno de sus libros en castellano (Epifanía), me encontré.
¡Qué tonto fui al no tropezar con ella antes!

martes, 29 de junio de 2010

¡Oh, Capitán, mi Capitán! Lo que hay que ver...

¿Te has planteado alguna vez que podemos ser algo más que una sólida estructura y una cómoda existencia? ¿Has pensando, siquiera por un momento, que tenemos criterio, gusto y opinión? La respuesta es 'no'. Siempre es 'no'. ¿Por qué? Porque es más cómodo no preguntar. Es de poderosos asumir. También de torpes.
Nos instalas y ahí estamos, divididas en dos: las ocupadas y las libres. Las primeras, con suerte, sufren la opresión de amantes del espectáculo, respetuosos silencios y ruido de aplausos. Si no tienen suerte sufren golpes, comentarios... Son maltratadas.
Las otras, las libres -más en estos días-, sufren el espectáculo o lo disfrutan. Porque nadie les ha preguntado si quieren estar ahí, si les gusta el cine o el teatro. Con suerte, cuando son mayores, las restauran pero nada más. Jamás les preguntarán.
Las personas son un poco así: ¿de verdad creen que eligen el espectáculo que les toca ver?

jueves, 24 de junio de 2010

miércoles, 23 de junio de 2010

Ahora que lo pienso... tengo un C.I. que no me lo merezco.

No sé si lo saben pero… ¡yo fui un niño superdotado! Sí, ¿qué pasa? Bueno, ahora lo llaman de ‘altas capacidades intelectuales. En realidad le cambiaron el nombre por mi madre. La mujer quería matricularme en un colegio de curas y le pareció que entrar con la etiqueta de ‘superdotado’ podía parecer una invitación… al equívoco. Lo entienden, ¿verdad?

Mis padres empezaron a sospechar que era superdotado una vez que se acercaron a la cuna y vieron que me había cambiado el pañal y les había dejado una nota:

“Papá, Mamá… la próxima vez, por favor, déjenme los polvos de talco más cerca, que todavía no sé caminar. Por cierto, los de Mercadona son más baratos y también me sirven. Un afectuoso saludo”.

Fliparon.

Hasta cumplir los tres años, todo como un niño normal. Me costó terminar la E.G.B. porque no entendían mi acento inglés –adquirido viendo obras de Shakespeare-. A partir de ahí, como mis padres estaban forrados –después de hacerme caso e invertir en unos bonos alemanes- se dedicaron a hacer lo que se supone que es conveniente para un niño con mis capacidades: estresarlo.

Se dedicaron a apuntarme en todo tipo de actividades extraescolares para localizar mi talento. Así probé el piano, el ballet, la pintura, entré en política –en las Infancias Socialistas-, viví en el Tibet seis meses… Aburrido de los conciertos en el ‘Carnegie Hall’, de dar consejos a Ángel Corella, de asesorar a los Thyssen –sobre cuadros, el pelo de Tita no es cosa mía- y de explicarle al Dalai Lama lo de la reencarnación… decidí ser un niño normal.

Pero era complicado con mi coco. En el recreo, el fútbol no era lo mío… pero lo del carrilero lo inventé yo. Siempre me elegían el último y nunca me la pasaban. ¿Qué hacía yo? Correr la banda pa’rriba y pa’bajo. Pues eso, de carrilero. En realidad creo que les molestaba que cuando salía a jugar les planteara que con ese rival era mejor jugar 4-3-3. Hasta Guardiola nadie entendió mi manera de ver el fútbol.

Quise integrarme siendo ‘uno de los malos’, así que inventé un explosivo con lo que había en el laboratorio. El de mantenimiento, un Iraní, desapareció días después de que me desaparecieran los apuntes de química. Raro.

También probé a fugarme de clase… y nada. Para aprovechar el tiempo que no estaba en el colegio me matriculé en Económicas. Al salir de la facultad íbamos todos los colegas a una hamburguesería de mala muerte. Un día, el propietario se sentó con nosotros y nos contó que le iba mal. Le anoté en una servilleta un par de ideas… No sé qué será del señor Mc Donald.

Mis padres seguían preocupados porque no aparecía mi talento y pensaban que perdía el tiempo con los niños de mi edad. Me enviaron a EEUU con una familia para que aprendiera inglés. No aprendí mucho. Me pasaba casi todo el tiempo con mi hermano americano y con su ordenador. Aquel garaje era tan oscuro y asfixiante que pensé: “a este garaje le hace falta una ventana”.

Al día siguiente tuve que volver a casa pero le dejé a Bill un par de ideas. No sé si las habrá usado. Era muy generoso en aquella época y todo lo regalaba. Espero que no haya cambiado.

Decidí dedicar tiempo al francés y al griego. Bueno, no estaba mal pero en los ratos libres me ponía a estudiar idiomas.

Al final decidí que no era tan interesante y dejé de ser superdotado. Ahora soy normal y sé que dos y dos no son cuatro, me da igual si Hernán Cortés descubrió América en 1969, si la Teoría de la Gravedad de Einstein es v = e/t, si un seno tira más que dos carretas o si el animal que corre más rápido es Usain Bolt.

Total, todo eso sólo sirve para conseguir quesitos en el Trivial.

lunes, 21 de junio de 2010

Ahora que lo pienso... ¡oído cocina!

Mi cuerpo, como el Universo, está en constante expansión. ¿Por qué? Sospecho que mi abandono de la dieta mediterránea tiene algo que ver. En cualquier caso, si eso implica comer verdura todo el día... me niego a 'pastar' como una vaca, ¡que para eso ya parezco una!

Si mi cuenta corriente tuviese tantos dígitos como mi nivel de colesterol, podría permitirme una alimentación equilibrada en alguno de esos nuevos templos de la gastronomía: los restaurantes con estrellas Michelín. Lo del michelín lo tengo más fácil, ahora, lo de pagar 200€ por un plato que tardas más en pronunciar su nombre que en comértelo... Are you talking to me? Taxi driver dixit.

Estos lugares son como catedrales, los cocineros (que ahora se hacen llamar chefs) vienen a ser los curas y sus clientes -los ricos-... la feligresía.

“Son como una religión”, comentan los críticos gastronómicos. Pues será la Cienciología: si no tienes un pastón, no entras.

¿Alguna vez han comido en un sitio así? Les cuento...

Lo primero -tengas la pasta que tengas- es apuntarte en una lista de espera eterna. Iker Jiménez contó el caso de una señora que la llamaron antes de la Seguridad Social para operarse que de El Bulli para cenar. Lo juro.

Cuando al fin te toca, debes hacer dos cosas: la primera asegurarte de que tu tarjeta tendrá saldo ese día y la segunda comprarte algo de ropa.

“¿No pensarás ir de cualquier manera?”, interroga -amablemente- tu mujer. Las señoras acostumbran a ponerse animales muertos alrededor de el cuello, usar enormes tacones, cardarse el pelo (hombres heterosexuales buscar cardar en el diccionario) y maquillarse en exceso... parecen 'Drag Visón'. Los caballeros suelen ponerse un traje. Pocas cosas son tan ridículas como un tío con traje si no está acostumbrado: cada veinte segundos pasa el dedo índice entre el cuello de la camisa y el suyo propio, no sabe si en un sitio así podrá remangarse (por si hay algo con salsa), si al sentarse podrá soltar los botones de la chaqueta y, lo que es peor, si después de comer podrá soltar los botones del pantalón. Aunque la conducta estrella del desadaptado es usar un palillo. Algunos, incluso, se tapan un poco con la otra mano ¡como si no te fueras a dar cuenta!

Una vez sentado...¡peligro! Se acerca un señor alto, delgado y con cara de poco sexo que te pregunta qué vino deseas. Mala cosa. No te habías estudiado ese tema. Improvisas...

“Nos dejaremos aconsejar”, exclamas con tu mejor pose de 'me crié entre los viñedos de Falcon Crest'. Mal, muy mal. Ese vino, con nombre francés y la misma edad que tu mujer, cuesta más que el colegio de los niños.

“Coño, ¿300 euros por un vino viejo? ¡Si me ponen uno de este año tengo que dejarles la nómina!”, gimes.

Es curioso, pero la comida no la eliges. Se usa lo que llaman Menú Degustación. Dice la R.A.E.:

degustar (del lat. degustare)

Probar o catar, generalmente con deleite, alimentos o bebidas.

El que hizo la carta hizo también la definición. Las clavó. Primero por lo de probar. Eso es lo que haces, probar. Olvídate, a esos sitios hay que ir cenado. Algunos, incluso, montan en el parking un McDonald para que te eches un McAlgo antes de entrar. Pero lo más acertado de la definición es 'generalmente con deleite'. Chapó, lo clavaste otra vez, macho. Comer en esos sitios es como el sexo para una mujer con un amante que sufre de eyaculación precoz: cuando le estás cogiendo el gusto se acaba la diversión.

Retomando... no eliges la comida. Te traen unos quince platos con una muestra de lo que llaman cocina creativa y listo. Es como si vas a Carrefour, te enseñan el folleto pero no te dejan comprar.

Capítulo aparte merecen los nombres de los platos. Los críticos gastronómicos (un crítico es una persona sin el talento suficiente como para atreverse a cocinar pero con la poca vergüenza necesaria como para atreverse a opinar)... Pues eso, los críticos lo llaman: la prosa de la cocina.

“Deconstrucción emulsionada de fruto de ave de corral sobre lecho de tubérculo, en exprimido de oliva virgen en ebullición, con crocante de virutas de curado de porcino de Iberia”... Ya, eso son huevos estrellados con jamón.

La carta, en estos sitios, debería incorporar un glosario. De esa manera, quizás, uno sabría qué come:

Medallón: Trozo de carne (redondo). No tiene por qué presentar la misma dureza que la joya... pero, a veces, pasa.
Brocheta: Pedazos de carne y/o pescado (cuadrados) sodomizados en plan Holocausto caníbal.
Carpaccio: Bistec de un cocinero sin ganas y/o tiempo para calentarlo 'un fisco'.
Sorbete: Sucedáneo de helado que te traen después del pescado y antes de la carne haciéndote pensar que 'eso' es el postre.
Carabinero: Policía italiano a la plancha combinado con gambas. Cuidado, al comerlo mancha.
Tempura: Cantidad de grados a los que se fríe verdura o demás en la cocina oriental.
Somelier: Señor entendido en vinos que se pone debajo del colchón.
Delicatessen: Cocinero (chef) especialmente sensible a las críticas.
Curry: Dar prisa al camarero.

Creo que la cocina creativa no es tal. En realidad nace, como el tipp-ex o los post-it, de errores. Alguien, al hacer mal una tortilla, inventó el revuelto. Una madre japonesa -ama de casa y trabajadora- con poco tiempo, inventó el sushi... y así con todo. Lo que todavía no puedo explicar es cómo alguien derramó por error nitrógeno líquido sobre la comida y, en lugar de tirarla, le puso un nombre raro a su plato, un precio aún mayor y, lo que es peor, nos convenció de que 'eso' es arte. Ya.

Por cierto, ¿han visto con qué cosas cocinan ahora? electrodos, sopletes, espátulas... el otro día vino un albañil a casa, sacó la herramienta (la de currar, no se me dispersen)...¡ y no sabía si iba a reformarme el baño o a prepararme la cena!

En fin, es curioso lo que hace el marketing y nuestro snobismo. Ahora cocinar es una vocación. Supongo que por eso cada vez hay menos curas (iba a poner que “quizás también porque cada vez hay menos niños” pero me parece un poco fuerte así que no lo pongo).

Para terminar, y solo para aquellos capaces de ser creativos en la cocina e intentar elaborar los más sofisticados platos, una receta. Inténtenlo.

Compresión de laminado de fermento lácteo vacuno y entreverado de porcino curado al aire de la sierra entre paredes de cereales horneados con semillas de la tierra... Buscar en el glosario por la B de bocadillo de jamón y queso.


Buen apetito.

domingo, 20 de junio de 2010

Good News! Un museo distinto.

Una buena noticia. Quizás no una 'gran' noticia pero la prefiero a otras muchas.

¿Qué tal esta visita?

http://www.casamuseoratonperez.es/

Good News! Para ayudar no hace falta irse a África.

Para los que sabemos que somos capaces de hacer poco o para los que necesitan canalizar su voluntad. Aún hay algunos que 'lo ven posible'.

http://www.lavanguardia.es/ciudadanos/noticias/20100614/53944535940/david-llister-para-ayudar-no-hace-falta-irse-a-africa-africa-ong-otan-irak-ongs-globalizacion-afgani.html

¡Oh, Capitán, mi Capitán! Una capa de vergüenza.

Nací de un error y/o para solucionar errores... pero no es justa mi existencia. Soy una solución efímera. En seguida, sobre un antiguo error, cometes un nuevo ¿acierto? y todo olvidado. En realidad me venden como corrector de errores aunque no es así. Sólo los escondo de un modo poco discreto -cualquiera se da cuenta de que algo estaba mal-. Si únicamente corriges una letra, incluso podría adivinar cuál fue tu error. ¿Qué mundo es este en el que me han inventado? ¿Por qué no se puede asumir un error?
¿En realidad quieres corregirlo? En lugar de destaparme y hurgar en mis entrañas con el pincel, acude a un diccionario, a un tratado de gramática... pero no des una capa de pintura a tus errores. No estás corrigiendo nada.
Quizás hagas lo mismo con tu vida. Pero ¡para eso no hay Tipp-Ex!

lunes, 14 de junio de 2010

Blog Back Mountain

Una vez encontrada respuesta a la pregunta ¿sobre qué escribir en el blog? queda por resolver lo que espero sea una pequeña dificultad técnica. Para ello cuento con la ayuda de Ilka (Malalua) e Iván (Estudio 1 Social Media) (gracias a ambos). Por eso, por tener la suerte de contar con amigos que ya están en una dimensión 3.0 me premito -perdón por el chiste fácil del título- pensar que lo que queda por resolver es una mariconada.

domingo, 6 de junio de 2010

viernes, 4 de junio de 2010

¡Oh, Capitán, mi Capitán! Prohibidos humanos en esta playa

(inspirado en Lulú, soy su mascota, y la genialidad de Esther)
Qué decepción al llegar, quemándome las patas después de horas metido en aquel coche. Créeme si te digo que no vi aquel cartel al entrar a la playa, por eso me sorprendió la actitud de aquel vigilante cuando le comentó a mi humano que no podía estar allí.
"¿Por qué?" Preguntó mi humano.
"Porque los perros molestan a las personas", replicó aquel hombre.
Ya no pude contenerme ni prolongar mis buenos modales. Tuve que morder su pierna, por error, quería morderle los... en fin. Sé que no estuvo bien, pero llevaba unas horas en aquella playa y me costaba creer que la gente fumando -y 'olvidando' las colillas en la arena-, los que se mean en el agua creyendo que no lo notamos, los que no hacen castillos sino verdaderos fosos en la orilla, los que se creen en la obligación de ser el hilo musical de la playa entera, los que se llaman a gritos aunque estén cerca, los que corren a tu lado y te llenan de arena sin darse cuenta de que lo hacen -y sin importarles-... todos esos ¿no molestan a los humanos? Si el hecho de que me tumbe en una toalla bajo una sombrilla y me dé un bañito de cuando en cuando molesta a las personas, me alegro de no ser humano.
Firmado: un perro cualquiera.

miércoles, 2 de junio de 2010

Good News!

Hoy una buena noticia personal. Qué agradable es encender el móvil y recibir un mensaje que ya no esperabas. Cierto es que no significa más que haber recibido el mensaje pero me gustó saber de esa persona, una persona que creía perdida -por mi culpa- pero, fiel a sus good manners, aparece para estar, aunque sea un poco, en mi vida. ¿Es o no una buena noticia? Prometo no ver más de lo que hay pero... al fin una buena noticia.

martes, 1 de junio de 2010

Ahora que lo pienso... me engañaron con el 'chiláu' *

Dice la 'wikipedia' que chill out viene del inglés y significa relajarse. Ah, vale. Con dos cojones. Y va Javi, que nunca ha sido un cazador de tendencias, y se lo traga. Empieza a buscar sitios así, chill out. Al final, bien aconsejado, localiza uno. Entra con cierto miedo, tanteando. No le gusta... pero se come bien. Eso sí, la comida no era chiláu, era cocina normal.

Para no ser injusto busca otro. Más de lo mismo. Aquí no come, bebe. Johnnie Walker no tiene 'etiqueta chill out' así que un etiqueta roja de toda la vida. Eso sí, caro.

Al final las conclusiones a mi estudio van, en forma de decálogo, a modo de consejo por si quieres montar un negocio chill out. Lo que sea, desde un bar a una tienda de lavadoras... ¡pero chiláu!

Nos centraremos en lo más habitual, un bar (ahora los llaman lounge):

1. Pon a tu negocio un nombre poco usual. Casa Paco no vale. Mejor Tángara Bar, Buda Land o Carpe díem.
2. Decora con cosas del Natura: tiras de bolas luminosas de colores, ramas de almendro retroiluminadas, budas felices (muchos), mini jardines zen... ¿Mobiliario? Si tienes cosas viejas, servirán. Si no, al Decathlon a por unas colchonetas y, ¡hala!, el suelo lleno de clientes que te pagarán encantados 15€ por una copa que en otro sitio les dejarían tomar cómodamente sentados a mitad de precio.
3. Quita o apaga un 60% de la iluminación. Compensa la ceguera de tus clientes con unas velas. Además de conseguir un ambiente más íntimo ahorrarás en limpieza (la mierda con poca luz no se notará).
4. La música es fundamental. En el mercado ya se encuentran sacrilegios como Beatles Chill out, Ópera Chill out... en Canarias se propone ¡Sabandeños Chill out! Ánimo. Si no localizas esa música puedes recurrir a Il Divo, Enya o al hilo musical de tu dentista. En el emule están los 20 cd's de Café del Mar. ¿Alguien nota alguna diferencia entre canción y canción?
5. Debes tener una extensa carta de tés. Unas 150 variedades bastarán. ¿Cómo conseguirlas? Sólo haciendo la carta. Está demostrado que el 80% de los snobs que pedimos cosas raras no nos enteramos si nos ponen una bolsita de Lipton. Tú mezcla té y especias y listo.
6. El paladar de tus clientes es tan exquisito como tu selección musical. Edúcalos. No les ofrezcas croquetas congeladas (además, terminarás escribiendo cocreta en la carta... y eso queda mal). Busca cosas exóticas: sushi, tempura, insectos fritos... Total, no creo que sepan peor que un té verde con cardamomo, menta y canela.
7. Color. Es muy importante que sea aburrido, a juego con la música. Todo del mismo color estaría bien. Dos colores a lo sumo. El primer local que visité era todo blanco (al menos el primer día). Tras una reforma es todo granate y dorado (recuerda, está lleno de budas). Haz lo mismo. Un solo color. ¿Cuál? El de la oferta de Leroy Merlín. Después te inventas para tus clientes una justificación zen para haber elegido ese color rosa chicle: "una antigua leyenda china dice que el color rosa consigue que el hombre mantenga el doble de tiempo una erección" (es decir, 8 minutos). Hombres y mujeres quedaremos satisfechos y dejaremos de pensar que ese color es una mariconada.
8. Camareros. No hace falta que sepan servir una mesa. Sólo con que tengan acento extranjero y aspecto de haber fumado demasiado en el instituto... todo resuelto. No hace falta que sepan escribir. No toman comanda. Da igual qué té les pidas... traerán lo que quieran porque, recuerda, todos saben igual.
9. Olor. Pasote de varitas de incienso. Todo el que Gaspar no regaló al niño Jesús lo quemas en tu local. A saco, que disimule el olor de los baños.
10. Clientes. Snobs, vagos con ganas de estar tumbados, salientes de after, pobretones que no tenemos pasta para ir a conocer el Café del Mar, parejas sin otro sitio donde meterse mano...

Con ese nombre, esa decoración, a oscuras, con esa música, la carta de tés, la comida snob, el color de las paredes, pésimos camareros, el olor a pachuli y esa clientela... ¿quién puede relajarse?

Espero que te sirvan estos consejos y que, si abres tu local, NO ME INVITES NUNCA.

Besos chiláu.


* Es el primer Ahora que lo pienso... que escribí. Qué mal envejece.

Si lo bueno se hace esperar...

Si lo bueno se hace esperar, ¡este blog será fantástico! Siento el retraso.
Estuve dando vueltas a su forma y contenidos y, al final, me decidí por continuar aquella forma de trabajar que se inició para decidir su nombre: hacerlo con los amigos.
Por eso, y por economía del esfuerzo, me gustaría convertir 'mi' blog en 'nuestro' blog y contar con las aportaciones de todos. Inicialmente propongo tres secciones aunque no descarto que, con el tiempo, algunas sean sustituidas por otras nuevas.
Ahora que lo pienso...
Todos los conocen. Subieré algunos antiguos, incluiré los nuevos. ¿Que no sabes lo que es? Corre a mi facebook y lee alguno. Quizás te guste.
Good News
Dicen los ingleses: no news, good news. No quiero estar de acuerdo. Sé que entre todos encontraremos noticias de las que no aparecen en los diarios, de las que no hablan los informativos... Noticias generales o alguna tan personal que quizás quieras compartir con nosotros.
¡Oh, Capitán, mi Capitán!
¿Recuerdan aquel irrepetible momento de 'El Club de los Poetas Muertos'? Hablaba de perspectiva. Eso es lo que me gustaría que forzáramos en esta sección: ver otras realildades. Ayer asistí a un Taller de Escritura Creativa en el que nos hablaron de 'Las razones del lobo', de Fernando Alonso (no, ese no, el que sabe escribir). Es algo tan sencillo -y tan brillante- como el cuento de Caperucita desde el punto de vista del lobo. Pues eso... ¿lo intentamos?
Espero que les guste la idea, al menos, tanto como a mí.
Bienvenidos.