En ocasiones lo obvio es lo más oculto (por escasa curiosidad en la mayoría de ocasiones). Hace tiempo descubrí -a través de las TED Talks- a Sir Ken Robinson: brillante. Brillante en la concepción, brillante en la exposición... Mi escasa curiosidad no me hizo buscar su web que hoy, buscando si existe uno de sus libros en castellano (Epifanía), me encontré.
¡Qué tonto fui al no tropezar con ella antes!
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