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miércoles, 13 de abril de 2011

Ahora que lo pienso... creo que prefiero estar enfermo.

La salud es como la erección: ¡no te preocupa hasta que la pierdes! Y es que la salud no le interesa a la gente. Bueno, algo sí le importa, aunque sea profesionalmente. Resulta muy interesante ver la cantidad de conocimientos médicos que tienen algunos y que les permiten empatar una baja laboral con otra. Hay casos documentados de ‘archivadorfobia’, ‘madrugonitis’ y, más recientemente, ‘escaqueoidosis’. En realidad, a esta gente, si se matricula en la Facultad de Medicina, deberían convalidarle hasta 4º, por lo menos. Y es que algunos ya podrían pasar por médicos de familia. Por cierto, ¿cuándo dejamos de llamarlos de cabecera? ¿Les dio una crisis de crecimiento? Les pasó lo mismo que a los vendedores: ahora quieren que los llamen comerciales, agentes comerciales… Vale, tío, lo que quieras, pero eres un vendedor. ¿Y las azafatas? Ahora son TCP, tripulantes de cabina de pasajeros. Ya. ­- ‘Perdona, tenemos formación para actuar en caso de accidente’, te dirán. Ya, supongo que te será de mucha ayuda el carrito de las bebidas y las posturitas para indicar las salidas de emergencia si se despresuriza el bicho este. Una vez que los profesionales de las bajas y los médicos de familia llegan a su consulta, tantos años de esfuerzo les sirven para reducir sus diagnósticos, todos, a dos: - Esto va a ser estrés. - ¿Va a ser? Y, ahora, ¿qué es? - Bah, tranquilo, tómatelo con calma, da paseos, vete de compras… - Vale, ¿me das la baja o sigo escapándome del Ayuntamiento para ir a Zara en la calle del Castillo? Si al final no es estrés… - Pues esto tiene toda la pinta de ser un virus. - ¿Cómo que toda la pinta de ser un virus? Pero si esas cosas son así de pequeñitas. ¿Cómo sabes tú qué pinta tienen? Y, es más, ¿UN virus? ¿Una sola de esas cosas me tiene así, sin ganas de ir a trabajar al Ayuntamiento ni nada? Anda, fírmame la baja que me voy a la farmacia a comprarme un par de cosas. Y es que no necesitamos su ayuda, la automedicación debe ser una asignatura obligatoria en la LOE que yo no tuve cuando estudiaba. Hace siglos que no voy al médico ni a la farmacia. Siempre hay un amigo que te ‘receta’ algo… y te lo da. - Tómate dos de estas y, si esta tarde no se te ha pasado, me llamas otra vez. ¡Para que luego llamen tráfico a lo de la marihuana! En realidad todo esto nos pasa por nuestro escaso nivel a la hora de hacer el estudio de cada caso. ¿Por qué? Por no tener una pizarra. ¿Has visto a House?: - A ver, ¿qué puede causar vómitos, temblor de manos, astenia, sequedad de las mucosas, reflujo gástrico, alopecia, sudoración excesiva y diarrea? En mi caso, la visita de mi suegra, pero tienes que ver a todos esos residentes levantando la mano y gritando: sarcoidosis, Hantington, envenenamiento por metales pesados... Pues no, va el House y, mientras tira una pelotita a la pared dice: Lupus. ¿Te impresiona lo de House? Eso es porque no conoces a mi madre. Desde Hipócrates hasta nuestros días, con resonancias magnéticas, TAC’s, medicina nuclear… mi madre resume eso en: ‘Jeito’ y ‘airón’. Si eres de fuera de Canarias seguro que conoces el nombre equivalente. El ‘airón’ abarca todo aquello que afecte a tu organismo como producto de cambios de temperatura, virus, bacterias, fiebres, constipados, gripes… Prevención: estudios científicos determinan que con la técnica MLCBs (mójate los labios y cierra la boca al salir). Infalible. Tratamiento: aguas (infusiones), pijama, manta y a sudar. Sociedades avanzadas incluyen Vicks VapoRub (tuve que buscar en Google cómo se escribía esto). El ‘jeito’ es más complejo y comprende lesiones que van desde el esguince, la contractura (las madres lo llaman ‘cuerda montada’) hasta las fracturas y luxaciones.

Prevención: estarse quieto y evitar escuchar de tu madre: "te lo dije, ¿no te dije que te ibas a caer? Pero, claro, como yo le hablo a las paredes"… Tratamiento: friegas con alcohol (sí, las madres creen que ‘restregar’ un hueso partido puede unirlo de nuevo) o llevarte al curandero.


Seas médico aficionado, House o madre, haz lo mismo que si quieres una reforma en tu casa bien hecha o sexo de calidad: deja que trabajen los profesionales.