Hola. Soy uno de tantos objetos invisibles a tu mirada. Me ves cada día... o casi. Bueno, me tienes frente a tus ojos pero no me ves. Miras el mundo a través de mí pero no a mí, nunca a mí. Sólo si doy problemas existo.
¿Alguna vez podrías mirarme, tan solo un segundo, y sonreír?
Yo te veo cada día... o casi. Veo si tienes mala cara, sé si has dormido bien, si te costó aparcar, si tienes un mal día en el trabajo... y hago mi trabajo: te permito mirar al mundo confiando en que un día me mires y me des una sonrisa. Pido poco. Eso me haría dejar de sentirme herramienta, objeto...
¿Te has parado a pensar que quizás no sólo yo sea invisible para ti? Quizás otros 'iguales' te resulten prescindibles. Quizás unos pocos que cada día se crucen en tu camino y sólo esperen de ti eso: una sonrisa.
Un beso: el monitor de tu ordenador.
P.S.: Dice la ventana que también a ella le haces lo mismo. Por eso sospeché que las cosas transparentes (difíciles de ver) son aquellas en las que más hay que reparar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario